Les cuesta crecer
a los tallos de la noche
La casa cierra los ojos
y piensa en sus antiguos
moradores
Un pájaro raya con el ala
la ventana de la buhardilla
Una mujer desnuda
escribe en un cuaderno
Y se mira de reojo
la cicatriz de una cesárea
La noche penetra
las entrañas de la casa
Comentario.
Este poema está cargado de
magia. Nos parece contemplar una pintura surrealista. Presenta la escena de una
mujer desnuda en un espacio elevado e íntimo, como es una buhardilla. De pronto
se siente el sonido similar a un rasguño. Es un pájaro que ha tocado con su ala
el vidrio de la ventana.
Afuera, en la oscuridad de la
noche, lentamente crece la vegetación. La casa tiene vida propia y recuerda
nostálgica a sus antiguos moradores. Tal vez no le agrada la presencia de esta
escritora desnuda, que bien podría ser la modelo de un pintor en su buhardilla.
Pero hay algo que le preocupa
a ella, más allá de lo que escribe, y es esa cicatriz que dejó la cesárea en su
bello cuerpo. Nada puede ser perfecto: la huella del parto en su piel es como
ese rasguño del ave en su ventana. Siempre la oscuridad termina por invadir los
espacios luminosos.
Hay dos elementos que corren
paralelos en el texto: la mujer y la casa. Ambos son femeninos y sufren la
irrupción de un agente oscuro. Una, la huella que afea su piel; la otra, la
oscuridad de la noche.
Observemos que la mujer
escribe en un cuaderno ¿Será su diario de vida o los poemas que le dicta la
inspiración? Así como el ala de un pájaro raya la ventana y el bisturí del
médico rayó su piel, ella raya el papel para escribir.
La casa y la mujer son una
misma cosa. No es la casa que cierra los ojos y piensa en sus antiguos
moradores, sino la dama desnuda que recuerda a su amado. Su recuerdo es triste,
una verdadera noche que penetra sus entrañas. Quizás esta mujer escribe acerca
del abandono y el término del amor, un
motivo frecuente en la poesía.
Podríamos decir entonces que
este personaje representa a Calíope, la musa de la poesía, o a la Poesía misma
que, desnuda, muestra sin tapujos la intimidad de sus sentimientos y observa
siempre las huellas que quedan de sus heridas.